Aunque no es difícil entender los datos que hemos visto
hasta ahora, es cierto que si representamos la información gráficamente será
más fácil y rápida su interpretación. Los gráficos más sencillos de componer son los diagramas de
barras y el polígono de frecuencias.
- Los diagramas de barras se utilizan para comparar datos cualitativos o cuantitativos discretos.
- El polígono de frecuencias es una línea recta que une los extremos de las barras.
Construir estos gráficos es muy sencillo: para el diagrama
de barras representaremos en el eje de abscisas (el horizontal) los posibles
valores ordenados y en el eje de ordenadas (el vertical) representaremos las
frecuencias absolutas. Ahora solo hay que levantar barras de alturas
proporcionales a las frecuencias.
Si cogemos el ejemplo de la publicación frecuencias acumuladas tendríamos los siguientes diagramas de
barras y polígonos de frecuencias:
Los histogramas no dejan de ser un diagrama de barras y se
utilizan para representar datos cuantitativos agrupados en clases. Las clases
se suelen tomar de la misma amplitud (los intervalos que vimos en la anterior
publicación tablas de frecuencias.
Los datos que aparecen en el eje de abscisas son las marcas
de clase (el punto medio del intervalo) y esta es la única diferencia que
encontraréis, la construcción del gráfico es exactamente igual que la anterior.
Es interesante que os fijéis en que en los gráficos de
frecuencias acumuladas absolutas, la última barra (la que aparece más a la
derecha) sube hasta alcanzar el valor N (número de individuos en el estudio).
Es decir en el primer ejemplo alcanza el valor 10 y en este segundo alcanza el
valor de 15.
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